martes, 30 de agosto de 2022

PISTOLETAZO DE SALIDA

 CRÓNICA 42 CARRERA FERIA DE MIJAS

PARTE I:

A escasos 30 kilómetros de Málaga, un pequeño pueblo blanco andaluz se extiende a través de la ladera de la sierra. En ese pequeño pueblo, llamado Mijas, vive un señor de intensos ojos azules, llamado Fran. Cuando uno llega a Mijas en el asiento de copiloto del coche de Fran (que es azul, perfectamente conjuntado con sus ojos), no puede evitar mirar a un lado y a otro con expresión arrobada. Especialmente cuando ese “uno” está acostumbrado al cemento de Madrid. La comparación es inevitable.

El domingo 28, Fran es de los primeros en llegar a la Plaza Virgen de la Peña, en pleno casco antiguo. Teníais que verle, con su gorro de paja y su camiseta de “organización”. Está en su salsa, el hombre. Fran es el alma máter de la Carrera Feria de Mijas. Máter por decir algo. Porque Fran es el alma máter, páter y toda la familia. Es como el Isidro andaluz. Este año, después de dos anegados por la pandemia, el Sol ilumina con fuerza. Todo está preparado para la gran fiesta del pueblo. Para la gran fiesta de Fran. Y yo también, claro. Ahí estoy. Con los casi 200 corredores “mayores” que van a encarar la prueba grande de la mañana. Antes, 300 niños de todas las edades nos han precedido.

Estoy porque, hace ya unos meses, Fran me invitó. Y yo, que no necesito muchos ánimos cuando de correr se trata, acepté sin dudar. De Madrid a Málaga, y de Málaga a Mijas. Y, ya en Mijas, de arriba abajo en la que ha sido, sin duda, una de las carreras más duras y bonitas que he corrido nunca.

Gracias, Fran y familia, por ponerle tanto corazón a lo que hacéis, y por haberme dejado ser testigo de ello. Gracias porque, estando a unos cuantos kilómetros de casa, me habéis hecho sentir como si no hubiera salido de ella. Gracias, también, por ser los primeros en acertar con la talla de la camiseta. No son cosas fáciles. Ni las unas, ni la otra.

PARTE II - Regreso:

Cuando estábamos en 5o de Primaria, nuestra profesora de Conocimiento del Medio, Rufina, nos preguntó de dónde venía la energía. De las centrales eléctricas, fue la respuesta más repetida. De los rayos, la de los más originales. No recuerdo la mía, sinceramente. Pero sí recuerdo la respuesta correcta, la que nadie dio. De ningún sitio. La energía no viene de ningún sitio. No se crea ni se destruye, simplemente se transforma.

A principios del mes de mayo, sentí que volvía a ser aquella niña de 10 años preguntándose por el gran misterio de la energía. Porque la mía, ya lo sabéis, acababa de destruirse por completo. Al menos, así lo sentía yo. En realidad, no lo había hecho en absoluto. Desde entonces, y hasta ahora, sólo ha estado transformándose. Unas pocas semanas sin correr. Unas pocas más sin competir. Así hasta un total de cuatro meses. Una transformación importante y dolorosa, pero necesaria para seguir avanzando.

Dejé de correr, pero no de entrenar. Abandoné las crónicas atléticas, pero no la escritura. Han sido meses de barbecho para una parte importante de mí, pero no me he olvidado de seguir cultivando las otras. Como la energía, no he creado ni destruido, simplemente he transformado. De esa transformación, seguro, brotarán cosas nuevas. Quizás no necesariamente buenas. Seguro que no siempre y en todo su conjunto. Pero, como en el caso de la energía, será cuestión de seguir transformando. De momento, he alcanzado el primero de los objetivos: volver a ponerme un dorsal. Nos vemos en los siguientes.


1 comentario:

  1. Ha sido un placer y una suerte de contar contigo en nuestra humilde gran carrera de la feria de Mijas. Muchas gracias por tus lindas palabras hacia mi marido, es un apasionado del atletismo y le pone mucho cariño a todo lo que hace y creo que todos los que han disfrutado de la carrera lo han percibido. Un abrazo grande para ti y otro grande para tus padres.

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